..."Hay dos métodos para refugiarse de la miseria de la vida,
la música...y los gatos"...
(Albert Schweitzer)
LOS OJOS DE MI GATA
Los ojillos de mi gata me miran inquisidores,
como pretendiendo colarse en mis adentros,
y ver con sus ojos tan rasgados,
las locuras que brotan del interior de mis recuerdos.
Me mira con carita de extasiada,
tal vez pidiendo una caricia interminable
sobre el pelo suave como seda
mientras gime su "run-run" inacabable.
Yo la miro a sus ojos color verde
y me devuelve una mirada impenetrable,
que no atino a saber si es que me anhela,
o sólo pretende con su mimo subyugarme.
Sentada sobre la mantita
que cubre mi lecho cada tarde,
se atusa los bigotes con la pata,
para estar un poco presentable.
Y es que mi gatita me conoce,
y sabe cómo camelarme
para acabar acunada entre mis brazos,
dejándome su piel acariciarle.
¡Cómo quiero a mi gatita!
Pues es una gata inigualable.
Me acompaña en mis ratos de tristeza,
tratando sólo de escucharme.
Y mientras ella se va desperezando
tras la sesión de psicoterapia inacabable,
con el chasquido seco de una tecla,
apago este mundo navegante.
...Y mañana...
...será otro día...
©(J.J. 2015)
Ah... Una belleza de poema... Qué bien lo dices, Javier, qué bien!!!! Eres Poeta nato... Felicitaciones, Asturiano. Desde el ama. Rosita.
ResponderEliminarGracias Ro.
Eliminarbesos.
Sólo los que tuvimos o tenemos un gato al lado nuestro sabemos lo que eso significa. A veces pienso que son tan superiores a nosotros...
ResponderEliminarAsí es, amigo; lo son.
Eliminar¿sabes aquello que dicen?
Dicen...que para los gatos, nosotros no somos sus amos, sino sólo "personal de apoyo", jajajajaja
Gracias por visitarme, compañero.
un abrazo.