JUEZ Y PARTE
La balanza se quedó
olvidada en alguna parte,
y sola se cubrió de polvo;
sola se quedó una tarde.
Y la espada yo arrojé
al fondo de la mar salada,
pues no quería juzgar
a nadie con mi palabra.
Me quité la venda de los ojos
y bajé del pedestal,
a convivir con los humanos;
a ser un humano más.
Tu no me puedes juzgar,
y yo juzgarte a ti no quiero.
Cada uno somos cual,
y ese cual...lo que tenemos.
Noches negras sin dormir.
Sueños por realizar.
Objetivos sin cumplir.
Algo por lo que luchar.
Incertidumbres y miedos...
Fantasmas escondidos en la oscuridad.
Pesadillas del pasado;
-De esas todos tenemos-.
¿Es lícito?...No lo se.
Y tampoco quiero saberlo.
Sólo trato de sobrevivir
en este mundo imperfecto.
No me juzgues...No te juzgo,
pues no podemos hacerlo.
El juicio es imparcial,
y de eso no tenemos.
Tu no me puedes juzgar;
yo juzgarte a ti no quiero;
pues ambos somos juez y parte
de unos caminos gemelos.
(c) (J.J. 2017)
*Gracias R. por el título.