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sábado, 27 de enero de 2018

POEMARIO: DE REGRESO A MI INTERIOR (76) "Juez y Parte"




JUEZ Y PARTE


La balanza se quedó
olvidada en alguna parte,
y sola se cubrió de polvo;
sola se quedó una tarde.

Y la espada yo arrojé
al fondo de la mar salada,
pues no quería juzgar
a nadie con mi palabra.

Me quité la venda de los ojos
y bajé del pedestal,
a convivir con los humanos;
a ser un humano más.

Tu no me puedes juzgar,
y yo juzgarte a ti no quiero.
Cada uno somos cual,
y ese cual...lo que tenemos.

Noches negras sin dormir.
Sueños por realizar.
Objetivos sin cumplir.
Algo por lo que luchar.

Incertidumbres y miedos...
Fantasmas escondidos en la oscuridad.
Pesadillas del pasado;
-De esas todos tenemos-.

¿Es lícito?...No lo se.
Y tampoco quiero saberlo.
Sólo trato de sobrevivir
en este mundo imperfecto.

No me juzgues...No te juzgo,
pues no podemos hacerlo.
El juicio es imparcial,
y de eso no tenemos.

Tu no me puedes juzgar;
yo juzgarte a ti no quiero;
pues ambos somos juez y parte
de unos caminos gemelos.


                           (c) (J.J. 2017)

*Gracias R. por el título.

viernes, 26 de enero de 2018

POEMARIO: DE REGRESO A MI INTERIOR (75) "Nunca me Imaginé"

"...Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba,
se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas.
Y ya nadie canta "Al Vent", ya no hay locos, ya no hay parias,
pero tiene que llover, aun sigue sucia la plaza..."

                                         (Ismael Serrano)
                                        /Papá cuéntame otra vez/



NUNCA ME IMAGINÉ
(...O de cómo quedarse atónito viendo el día a día...)

Nunca pensé en escribir
estas letras que hoy escribo,
mas me puede el corazón
en un mundo sin sentido.

Nunca quise los honores,
ni la gloria empapelada.
Nunca quise ser la espada
en la guerra de vivir.

Pero el mundo es otra cosa,
y en el no cabemos los parias.
Ni caben los poetas locos,
ni utopías de orgullosos.

Este mundo en que vivimos
hecho de sangre y fortunas,
no sabe defenderse a una
de vampiros con corbata.

Y no quiero meter las patas;
pero hay algo que es seguro:
O nos unimos sin patrias,
o este mundo está perdido.

Y luego vendrán los llantos;
aquello que pudo haber sido,
que por temor a lo desconocido
no quisimos ni probar,
y preferimos dejar
que nos robe como siempre
ese mismo delincuente
al que queremos echar.

                                      (c) (J.J. 2017)