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martes, 21 de febrero de 2012

EL VAGAR DE UN SUEÑO - Una "incursión", en el mundo del microrrelato

EL VAGAR DE UN SUEÑO
(Un microrrelato,cuento,relato corto,o como demonios le queráis llamar)


Eran alrededor de las dos y media de la madrugada,cuando sudoroso y sobresaltado,despertó en su cama.


El sueño,parecía haberse disipado casi por completo.Maldijo al médico y sus pastillas,que lejos de relajarle,siempre le hacían ese mismo efecto.Se dormía plácidamente,y todos los días,al igual que un reloj bien engrasado,se despertaba a la misma hora,con la sensación de no saber donde se encontraba,una pesadez de cabeza parecida a la de una resaca,y la boca seca,muy seca,con la lengua,pegada al paladar.


Maldiciendo,se arrebujó entre las mantas,e intentó volver a dormirse sin resultado.

Contó cada hora,cada minuto,cada segundo que iba pasando,sin lograrlo.Al final,dándose por vencido,se conformo con el destino que le esperaba para toda la noche;otra más sin dormir;y se dejó llevar.

Por fin,a eso de las cuatro de la madrugada,fruto del cansancio,pareció quedarse medio traspuesto,y fue justo en ese momento,cuando de lleno,se zambullo en el mar de los sueños.
Normalmente,nunca recordaba lo que soñaba,pero en ese día...si lo recordó,y así me lo contó,para que lo escribiese...
Se encontraba sentado en un banco de madera,delante de una pequeña cabaña de madera,justo en el porche.Una agradable sombra de atardecer,le traía lejanos olores a lavanda,a tomillo y a romero.No tenía ni idea de dónde se encontraba,ni como había llegado allí,y tampoco le preocupaba.

El sol,cabalgando en lo alto,iba llegando ya a su ocaso,en algún punto tras las montañas de enfrente.
Se sentía a gusto,feliz  si cabe,y con una gran sensación de paz.El silencio,le rodeaba por todas partes,sólo roto por el trinar de algún zorzal,que a su modo,iba despidiendo al astro rey.


Unos pasos,resonaron sobre el camino de gravilla que conducía a la cabaña.Miró y vio venir acercándose a un anciano,apoyado en un bastón,que a cada pocos pasos,se paraba y miraba al cielo,a los arboles,a las montañas,con gesto satisfecho.

No le conocía; de hecho,jamás en su vida le había visto antes,pero ciertamente,tenía la sensación de conocerlo,de haberlo visto antes,de resultarle familiar.Buscó en su mente,mas no halló en ella atisbo ni pista alguna que le indicase quién era el anciano taciturno que lentamente se le acercaba por el camino de grava...


Se dirigió directamente a él,y se sentó a su lado en el banco de madera.Profundas arrugas surcaban su gesto,aunque en los ojos mantenía una vivida llama de vida y que recordaba a un ser de carácter fuerte y decidido.


Miró a la montaña de enfrente y dijo con voz suave...

-Bueno,por fin has venido...-

Le miró con curiosidad,extrañado por aquellas palabras,y sólo acertó a decir...

-¿Me conoce...?-

-Pues claro que si...¿O que te pensabas...?.Te conozco desde que naciste,jajajaja...-Respondió el anciano.


Se quedó extrañado por las palabras de aquel anciano,pero mas aún,cuando el anciano,comenzó a relatarle una historia...


-Verás,dijo él...y comenzó su relato...

Se quedo escuchándole atentamente,como un niño al que le cuentan un cuento.
Tras un largo rato de relato,se dio cuenta de que el relato de la vida del anciano,se parecía mucho al de su propia vida...tal vez...demasiado...

Todas aquellas vivencias y sucesos que el anciano le relataba,le recordaron a su vida,y sufrió con los momentos difícil por los que él pasó a lo largo de su vida.

En un momento dado,interrumpió al anciano,para decirle,en relación a una mala experiencia vital...

-Eso...¿Me lo dice...ó me lo cuenta...?-
-No lo sé...respondió el anciano...-¿Por qué no me lo cuentas tú...-Dijo el anciano mientras le miraba fijamente...

Y de pronto,se vio a si mismo,continuar la narración del anciano con su propia voz.No se lo podía creer.Estaba narrando la historia que el anciano había empezado, con su propia voz,en primera persona,mientras el anciano le miraba complacido y escuchaba su relato...

Parecía como si una voz interior,le estuviese diciendo lo que debía de decir,y sin embargo,era una voz que se parecía demasiado a su "otro yo",el que vivía escondido en algún lugar de su mente..


De repente,se dio cuenta y una luz se encendió en su cerebro...¡Claro!...¿Como no se había dado cuenta antes?...Pero...¡No podía ser...!...¿Cómo era posible?...

...La historia..Esa historia que el anciano le relataba...parecía imposible,pero ...no era la historia de la vida del anciano,sino LA SUYA PROPIA!

Era su vida la que el anciano le estaba relatando.Su vida,que él tan bien conocía.Tan llena de claroscuros,de frustraciones,de necesidad,de dolor...Sufrió en propia carne,cada palabra,cada frase,cada sílaba,cada letra.Era su vida la que estaba narrando y a la vez reviviendo...

Sintió dolor mientras contaba su propia vida.

Se retrotrajo a su niñez,a su infancia,a su juventud,a su madurez...

Cuando termino el relato,se sintió grandemente reconfortado.Buscó con la mirada al anciano,y lo vio alejarse a lo largo del caminito de grava por el que había llegado,caminando taciturno,y mirando al cielo,a los árboles,al sol...Pero había algo distinto en su semblante...Había sensación...de paz...

Le miró alejarse.Era un desconocido para él,sin embargo,algo familiar había en aquel anciano...Un desconocido...O...¿Tal vez no tanto...?


De súbito,una sirena comenzó a ulular a lo lejos...




La sirena en cuestión, no era otra cosa que su maldito radio-reloj, que implacablemente, le recordaba que ya era hora de ponerse en pie, y comenzar un nuevo día....
Se levantó de la cama, y se preparó en la cocina, una taza de humeante café, que sorbió con deleite tras la mesa, contemplando el amanecer que de nuevo, resurgía tras los cristales...

Apuró el café, acompañado de un cigarrillo, y tras asearse, se puso su ropa, abrió la puerta, que luego cerró tras de si, y comenzó a bajar las escaleras que conducían a la calle.

Al llegar al portal, una ráfaga de aire fresco, acarició su cara.
se paró un momento, como tomando ánimos, y de repente, comenzó a caminar calle arriba...

En su mente, las imágenes con nitidez de su sueño, aun seguían latentes...
Apretó los puños dentro de los bolsillos de su gabán y aceleró el paso...

...Sólo ha sido otro maldito sueño...





                                                                                                                                 © (JOTA JOTA)

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